
Demasiados niños y profesionales de la educación experimentan estrés: las aulas ruidosas, los problemas de conducta y la sensación constante de “es demasiado” van en aumento, mientras que la tan necesaria calma interior está en declive. El “botón de encendido” funciona, pero el “botón de pausa” no.
La buena educación no se trata solo de la transmisión de conocimientos; también influye en valores importantes, en el comportamiento y en la forma en que nos tratamos a nosotros mismos y a los demás. Se necesita calma interior y mindfulness para permitir que los niños se desarrollen a su propio ritmo. Para poder enseñar bien, también necesitamos atención, saber quienes somos. y lo que queremos en nuestra vida. Afortunadamente, puedes entrenar este “músculo de la atención plena e imaginación”.
Consigue las herramientas para ayudar a tus hijos a obtener un equilibrio entre los dos pilares de la inteligencia emocional:
-Introspectiva ( autoconocimiento, valoración y confianza en sí mismos)
-Interpersonal (relacionarse de forma positiva con los demás)
Promueve una comprensión más profunda de la realidad y de ellos mismos, mientras mejoraran la comunicación, el aprendizaje y la gestión emocional.
El mejor momento de su vida para estimular su mente es ¡AHORA!

MASTERCLASS ASOCIADA AL PROGRAMA CRECE CON UNA SONRISA

3 factores estrechamente ligados que influyen en los resultados personales y académicos de tus hijos

Mi Método entrena la atención y la creatividad, en consecuencia favorece la autoestima. Esto también se conoce como mindfulness o atención plena y visualización o creatividad. Este método que combina ambas destrezas enseña a los niños a estabilizarse, enfocarse y cambiar su atención con una actitud amistosa y alerta. Están familiarizados con su mundo interior sin tener que juzgar lo que ellos (u otros) piensan, sienten o experimentan. Aprenden a lidiar con la tranquilidad y la confusión cuando surgen. Cómo reconocer los “pensamientos y sentimientos desafiantes” sin reprimirlos o ser absorbidos por ellos, y simplemente brindarles una atención amistosa. Y, sobre todo, se les enseña a ser amables con ellos mismos y con los demás.
Muchos niños y sus familias están viviendo ya esa transformación
